martes, 15 de enero de 2013

ME PONGO DE PIE

Me pongo de pie, me vuelvo a sentar,
porque a los oficios vamos a jugar.
Me pongo de pie, me vuelvo a sentar,
porque a los oficios vamos a jugar.
Había una vez un niño carpintero
Que golpeaba con martillo a todas horas un tablero

Me pongo de pie, me vuelvo a sentar,
porque a los oficios vamos a jugar.
Me pongo de pie, me vuelvo a sentar,
porque a los oficios vamos a jugar.

Había una vez un niño peluquero
que cortaba con tijeras y peinaba muchos pelos.

Me pongo de pie, me vuelvo a sentar,
porque a los oficios vamos a jugar.
Me pongo de pie, me vuelvo a sentar,
porque a los oficios vamos a jugar.

Había una vez un niño barrendero
que barría las tristezas con escoba y con plumero.

Me pongo de pie, me vuelvo a sentar,
porque a los oficios vamos a jugar.
Me pongo de pie, me vuelvo a sentar,
porque a los oficios vamos a jugar.

Había una vez un niño camionero
transportando  toneladas de cariño al mundo entero.

Me pongo de pie, me vuelvo a sentar,
porque a los oficios vamos a jugar.
Me pongo de pie, me vuelvo a sentar,
porque a los oficios vamos a jugar.

Había una vez dos niñas costureras
Que cosían y bordaban bajo un sol de primavera.
Me pongo de pie, me vuelvo a sentar,
porque a los oficios vamos a jugar.
Me pongo de pie, me vuelvo a sentar,
porque a los oficios vamos a jugar.
Habia una vez tres niñas planchadoras
Que entre plancha y almidones se pasaban muchas horas.

Me pongo de pie, me vuelvo a sentar,
porque a los oficios vamos a jugar.
Me pongo de pie, me vuelvo a sentar,
porque a los oficios vamos a jugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario